sábado, 19 de enero de 2008

Control de Lectura 4: Reseña 2

Orozco, Guillermo, 2003, “Desordenamientos educativos en el ecosistema comunicacional”, en Comunicación educativa en la sociedad de la información, Unidad Didáctica, Madrid, UNED, coordinador Roberto Aparici, pp. 97-110.

Los términos “sociedad de la información” o del “conocimiento” intentan explicar los cambios profundos de la época actual, y que tienen una serie de repercusiones en el ámbito de la educación. En este sentido Guillermo Orozco (2003) plantea que “estamos viviendo en una sociedad de la educación”.

El cambio fundamental reside en que hemos pasado de una sociedad con un sistema educativo a una “sociedad educativa”. Ya la escuela ha dejado de ser la institución por excelencia, pues hoy día la educación está en las relaciones sociales mismas. El aspecto central del proceso educativo reside ahora en el aprendizaje, o como dice Orozco, en la “posibilidad tecnológica de aprendizaje”.

El autor enfatiza el papel del aprendizaje ya que éste no está condicionado por la enseñanza. En términos generales, sabemos que los sujetos están en un proceso constante de aprendizaje, y que la enseñanza es una mediación que tiene lugar en la escuela, en cualquiera de sus modalidades.

Lo anterior viene a cambiar la óptica que se tiene sobre el proceso de enseñanza aprendizaje. Orozco señala que en la sociedad educativa “lo esencial no es lo que se puede enseñar, sino lo que se pueda aprender” (p. 99).

Este cambio en los paradigmas educativos trae consigo un cambio fundamental: se está transitando de un modelo centrado en la imitación, la repetición y la memorización propio de la escuela moderna, a modelos enfocados en la experimentación, el descubrimiento y la innovación, más orientados hacia una sociedad del conocimiento.

Es innegable el papel de la educación alfabética pues hizo una aportación significativa para que los procedimientos científicos y saberes se pudieran “objetivar” y ser escritos en libros para su difusión entre los lectores. En este sentido, el libro de texto viene a resumir la idea de la mediación lingüística de la escritura y la mediación mediática del libro. Allí está compendiado el conocimiento que debe ser memorizado, para poder hacer una larga cadena de nombres, fechas, lugares, etc. Su valor residirá en la capacidad memorística que le permita transitar a la elocuencia.

La escuela y las universidades son instituciones educativas “conformadas dentro de un sistema educativo letrado, y sobre todo ilustrado”. Esta educación tradicional hace tiempo que ha entrado en crisis, y han ocurrido una serie de “desordenamientos” en los tipos de aprendizaje.

Las ideas de los pedagogos de principios del siglo XX sobre la formación de “ciudadanos nacionales” que comparten una identidad idónea acorde con ciertos valores, han sido la base del llamado aprendizaje formal que cuenta con espacios y tiempos específicos (la escuela, las universidades, los ciclos escolares, los niveles educativos, etc.).

Una forma de desconcentrar la enseñanza de sus espacios e instituciones es por medio del aprendizaje no formal. El ámbito de lo no formal se sustenta en la posibilidad de un aprendizaje entre individuos y por medio de la complementariedad de instituciones, situaciones y procesos que tienen la capacidad de ofertar alternativas educativas. Este tipo de aprendizaje puede realizarse a través de diferente canales, medios y lenguajes, escritos, orales, audiovisuales, digitales y multimediáticos. Uno de los principales aportes de este aprendizaje es que da cabida “a diferentes racionalidades: cognoscitiva, emocional, sensorial”.

El aprendizaje de tipo informal es el que ha experimentado los cambios más importantes a partir de las posibilidades tecnológicas de los medios actuales. Este tipo de aprendizaje no requiere de ningún tipo de enseñanza, ni tampoco de intencionalidad por parte del que aprende. El individuo puede aprender el cualquier tiempo y espacio, en distintas fuentes y formatos, e incluso, sin la conciencia de que está aprendiendo algo.

Orozco señala que cada medio lleva implícito un cúmulo de posibilidades de “audiovisionar” representaciones y producciones que estimulan diferentes ámbitos del cerebro y los sentidos humanos. Estos estímulos hacen “explotar” la posibilidad de las percepciones sensoriales múltiples. Como dice Orozco: “el criterio parece ser algo así como «si lo veo, lo escucho, lo siento, existe y hasta lo creo»”.

Estos desordenamientos requieren de una nueva manera de entender la pedagogía en el llamado ecosistema comunicacional. Orozco habla de una “pedagogía de la representación” en tanto que el sujeto encuentra su ser y su estar como audiencia múltiple de medios y tecnologías de comunicación.
Y esta pedagogía debe facilitar a los sujetos-audiencia a desarrollar sus destrezas de “de-construcción”.

Para terminar el autor acepta la posibilidad de una refundación de lo educativo. Ya no habla de una alfabetización integral sino de diferentes alfabetizaciones “para poder comunicarse e interaccionar a lo largo y ancho de múltiples lenguajes sobre los que se da de hecho la actual circulación del conocimiento”.

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